Ansioso por explorar su floreciente cuerpo, mi hermanastra, una futura mamá que pronto iba a estrenarla, la descubría toda en su dormitorio.Con una mirada curiosa, la pillé acariciando su vientre hinchado, sus dedos trazando un camino tentador hacia el éxtasis.Sin disculpas, checa, se recreaba en su cruda y primitiva belleza.